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10 de Mayo de 2011

Discurso de ministro de Cultura y Juventud, Manuel Obregón
Turismo y Cultura, la simbiosis perfecta

1.1. INTRODUCCION (turismo cultural en la trayectoria de Manuel, agradecimiento por la invitación)
Quiero agradecer la invitación de ACOPROT a participar en esta importante cita anual del sector turismo. Es una excelente oportunidad para compartir un objetivo y una línea de trabajo que irá tomando protagonismo en nuestra gestión y para la que trabajamos en alianza interinstitucional con el ICT: contar con el primer marco formal de lineamientos y de oferta de turístico-cultural en nuestro país.

Como parte de este proceso, durante 2011, estaremos en varios de los eventos profesionales del sector turístico sensibilizando sobre los diferentes aspectos del tema, propiciando el diálogo entre ambos sectores tanto a nivel público como privado e impulsando la presencia de los trabajadores y emprendedores de la cultura como necesaria contraparte en su desarrollo de una oferta de calidad.

Asimismo, nos hemos sumado activamente al trabajo interinstitucional alrededor de la marca país ya que es cada vez más claro que en la actualidad no podemos promovernos de forma competitiva sin los elementos relativos a nuestra cultura e identidades que nos representan de forma diferenciada.

A título personal y como anécdota, esta invitación me fue cursada tras una intervención en otra actividad del sector en la que mencioné algunas de mis creencias y compromisos más personales y sentidos: la naturaleza y la valoración de las identidades locales y la diversidad cultural del país: a mi generación, le tocó vivir una época de transición en el cual la historia oficial no estaba vinculada al rescate de los valores ni a ocuparnos de cómo éramos como costarricenses. Vivimos una época que daba por sentado que lo bueno venía de fuera. Los artistas extranjeros eran mejores, lo propio era menor.

Dichosamente, todo eso ha ido cambiando y tras esfuerzos de investigación, de reivindicaciones a nivel local e internacional es cada vez más frecuente pensar en visibilizar y asumir la responsabilidad, ya no solo con nuestra riqueza natural sino también con nuestra diversidad cultural.

1.2. PERO CUáL ES LA CONDICION DE UNA RELACION VIRTUOSA ENTRE TURISMO Y CULTURA ES UN TURISMO BASADO EN NUESTRAS IDENTIDADES
Hecha la introducción, me referiré a la relación entre el título del seminario (Turismo es identidad) y el de mi ponencia Turismo y Cultura: una simbiosis perfecta.

TURISMO Y MEDIO AMBIENTE. Se trata de 2 frases que se completan del mismo modo que hemos hecho en nuestro país con turismo y medio ambiente. Es la simbiosis entre el turismo y el respeto a la naturaleza la que nos ha permitido hablar de turismo y sostenibilidad. La simbiosis entre turismo y medio ambiente supone una relación de mutua necesidad, conveniencia y desarrollo, de corresponsabilidad y fuerte sentido estratégico que nos ha permitido posicionarnos de forma única y diferenciada.

TURISMO Y CULTURA. Hablar de cultura y de la identidad como un nuevo contenido dinamizador del turismo es proponer de una dupla tan poderosa como la anterior.

Supone el mismo nivel de intimidad, corresponsabilidad y convivencia. Es decir, que hoy día, para lograr un turismo de alto valor añadido que nos asegure un desarrollo de calidad tanto a nivel económico como social necesitamos que este esté directamente vinculado con las identidades propias y a las características que dan un valor único a la experiencia que hace el visitante cuando nos busca como destino.

POR EL CONTRARIO, cuando esta fórmula no se da y el desarrollo turístico se hace obviando o a contrapelo del valor de lo local nos arriesgamos lo contrario: a terminar con una propuesta de turismo adocenada, “neutra” o indeferenciada y “clonable” ya sea a corto o mediano plazo.

Además, arriesgamos con un turismo que deteriora uno de nuestros recursos fundamentales: nuestra diversidad cultural, nuestro sentido propio y la dignidad y autoestima de nuestras comunidades.

¿POR QUE? Porque con el turismo pasa como con los modelos de desarrollo en general. Si los modelos de desarrollo se producen y potencian pensando únicamente en referencias externas, nos alejamos de lo que constituye nuestra singularidad, de nuestras idiosincrasias y de nuestros modos de hacer y de saber. Perdemos lo mejor y más fuerte de nosotros mismos.

COSTO SOCIAL DE LO ANTERIOR. Este alejamiento de nuestras capacidades tiene un costo social y económico muy alto. Desde el punto de vista social - que es la dimensión a la que se ha asociado históricamente nuestro Ministerio-: es seguir desconociéndonos y resentir nuestro capital cultural y social: es decir, la forma en la que hemos hecho los vínculos sociales, nuestros lazos de corresponsabilidad y pertenencia que son parte central de nuestra inteligencia profunda, de las virtudes de nuestra sociedad y de nuestra capacidad de expresión.

1.3. EL COSTO ES IGUALMENTE SEVERO EN TERMINOS ECONOMICOS
El costo es igualmente severo en términos económicos. Cuando no valoramos los códigos propios, quedamos destinados a copiar a otros sin ningún filtro o matiz de originalidad. Además del empobrecimiento social -que ya es gravísimo- hay un empobrecimiento creativo y económico que afecta nuestra capacidad de desarrollo, innovación y calidad.

Producir cosas que no generan valor añadido en términos de identidad, de valores, de empatía con las aspiraciones de quienes reciben nuestros mensajes y ofertas, de diseño e innovación de los proyectos y desconocer que el consumo es una experiencia que compromete mucho más que una mera transacción de objetos y dinero es condenarse a quedar en el final de la fila, a producir maquila de bajísimo valor, a perder competitividad y a mantener tecnologías obsoletas e insostenibles. Es una agenda perdedora.

El turismo no escapa a esa realidad: un turismo que pone toda su atención en lo que se imagina que el turista quiere sin explorar los rasgos propios que hacen única la visita al país está perdido porque la competencia es enorme y toda buena idea es replicable.

Si no exploramos hacia dentro para fortalecemos, se pierde la oportunidad de ser únicos o relevantes. Para ejemplo, la naturaleza misma: ella no es única pues muchos países contamos con ecosistemas semejantes. Lo que es único es la relación y los valores que desarrollamos hacia ella y que incorporamos a nuestras culturas de trabajo o servicio. Es siempre nuestra particularidad en valores lo que define la diferencia.

Para cerrar esta idea, a nosotros nos interesa un turismo de calidad. Es decir:

1.que nos fortalezca como personas y como sociedad.
2.que inspire a los jóvenes a construir y a ser productivos cultivando el cariño a su país y su autoestima
3.que motive a nuestros visitantes a apreciar nuestra particularidad, que a generar relaciones de respeto y alto valor
4.que sea competitivo.
5.4. ¿COMO SE LLEGA A UN TURISMO CULTURAL DE CALIDAD?

Primero que nada entendiendo que la cultura y la identidad no son fetiches, son recursos vivos
La expresión cultural no es solo la estética o artística, es todo aquella manifestación simbólica y modo de operar que nos permite pensar, sentir, imaginar y construir del modo particular en que lo hacemos. La identidad y la cultura no es una lista de símbolos: la carreta, los bailes típicos.

Ellos son apenas la pequeña punta del iceberg. La cultura es el mundo que asociamos a esos símbolos, el mundo que construimos con ellos.

Los elementos específicos como los que mencioné son como las letras de un alfabeto. Lo realmente importante es todo lo que somos capaces de expresar con ellas.

Cuando achicamos nuestra comprensión de la identidad a una lista de cosas (ya sea de tonadas, bailes particulares, trajes, refranes), es como si disecáramos la cultura: convertimos en clichés o estereotipos esquemáticos y simplistas los elementos vivos ricos e inspiradores de la cultura. La cultura evoluciona y tiene un enorme potencial para conectarnos y que los sintamos propios. Cuando la achicamos, convertimos la potente criatura viva en un pájaro disecado.

Y lo que nos interesa –a nosotros y al turista que queremos nos visite- no es un trofeo disecado, es la cultura viva con sus significados y la creatividad con la que cada comunidad y generación la revitalizan para crear o para enfrentar sus desafíos.

Esto es muy claro para los artistas y creadores en general. Elegimos un oficio que nos obliga a vivirlo diariamente. Yo puedo crear música porque soy hijo de unas tradiciones musicales y unos códigos y porque en el contacto de esas raíces con otras expresiones y con las experiencias de mi vida puedo expresarme. Uso esos alfabetos que me fueron heredados para alzar mi voz propia y expresarme como individuo y como miembro de una cultura…

Esto no pasa solo con los artistas, es cierto en cada acto que hacemos…. ….

1.5. SI LO PENSAMOS BIEN, EL POSICiONAMIENTO QUE TIENE EL PAIS ES YA UNA CONSTRUCCION DE VALORES
Innovar y a la vez proyectarnos desde nosotros, reforzando rasgos de identidad y fortaleciéndonos como sociedad es algo que ya hemos hecho màs de una vez.

1.Como decía al inicio, una de esas ocasiones es el turismo sostenible y la relación turismo-naturaleza. Lo que ha permitido posicionarse al país no es solo que nuestro patrimonio natural sea abundante y diverso. Lo que nos posicionó es que aportamos una visión, el conocimiento y las estrategias innovadoras para el desarrollo de esa visión, soluciones y metodologías para su desarrollo, mecanismos, políticas…y claro productos concretos que las personas podemos disfrutar.
Es por eso que hemos sido referentes y un caso para el aprendizaje de otros países: no fue solo por el tipo de recursos y oferta que lanzamos (recurso y oferta que 15 años después encontramos reproducido en otros países). Somos pioneros en el tema por los factores de conocimiento, visión y desarrollo.

1.Otro ejemplo es nuestro posicionamiento ético: a la par de nuestras políticas ambientales, nuestro país destaca por la inversión en educación, por nuestro pacifismo, nuestra solidaridad y condiciones de equidad como sociedad. Si bien estos rasgos son perfectibles, son notables en el entorno latinoamericano y aún en el mundo: somos un país con índices de desarrollo humano y de condiciones de dignidad encomiables en el continente más desigual del mundo.

1.Finalmente, otro gran eje de reconocimiento tiene que ver con nuestro talento, nuestra capacidad productiva y la oferta de servicios calificados en ámbitos específicos: tecnología médica y biotecnología, informática, productos no tradicionales, café de alta calidad…..
Todas esas realidades son construcciones de valores, culturales, socio-históricas que tienen que ver con cómo hemos decidido vivir como sociedad y con todo el bagaje histórico y de valores que permite que esas realidades existan.

¿Por qué entonces, si ya lo hemos hecho –apostarle a lo que nos diferencia, a lo que da valor añadido, al conocimiento y a lo que nos identifica - nos quedarnos dormidos en relación con la cultura (valores, identidades y diversidad cultural) que es el recurso central generador de valor en el s.XXI y la sociedad del conocimiento?

1.6. LO CIERTO ES EL TURISMO CULTURAL YA NO ES OPCIONAL, ES UNA EXIGENCIA PARA LA COMPETITIVIDAD
Uno de los desafíos más severos que tenemos es que desarrollar el turismo cultural hoy ya no es una opción. Debe ser parte de la oferta integral de cualquier país, región o localidad.

Así como sucedió con el turismo sostenible –que nosotros visionariamente desarrollamos y hoy está incorporado por muchos destinos con los que competimos-, otros han hecho lo mismo con el turismo cultural al que hemos desatendido nosotros. Competimos a nivel internacional con esa realidad.

Pero compensar esto no es identificar un par de elementos o íconos e integrarlos a nuestra imagen corporativa. Esto puede ser eficaz para comunicar, para hacer mercadeo pero no basta.

Eso es solo una de las fases de un proceso más amplio que implica: identificar y potenciar nuestros recursos culturales y patrimonio, desarrollar los productos con la metodología adecuada, acicalar los que están maduros y comunicarnos lo más creativamente posible son ellos. Se trata a veces de reforestar el bosque de la cultura, cuando ha sido diezmada.

Porque pensemos: para hablar de ecoturismo: ¿bastaría que al llegar al país o a un hotel tuviéramos un vivero en lugar de bosques o de nuestro Sistema Nacional de Parques? ¿Bastaría que nos pusieran unas plantas artificiales remedando la Naturaleza? No, de ninguna manera.

1.7. COMO POTENCIAR DEFINITIVAMENTE LA CONEXIÓN ENTRE CULTURA Y DESARROLLO EN EL CASO DEL TURISMO
Si nuestra propuesta de ecoturismo y de turismo sostenible funcionó y funciona es porque ha sido creíble y tiene los elementos de fondo necesarios: políticas pioneras y agresivas de resguardo y aprovechamiento sostenible del recurso, un sistema de certificaciones, investigación calificada, conocimiento y profesionales del medio ambiente, incluyendo guías naturistas bien especializados, formados por entidades generadoras de conocimiento de punta.

Con el patrimonio y el turismo cultural es lo mismo. El punto de partida es nuestro patrimonio con todas las formas y las expresiones concretas que reconocemos como nuestras: sitios, gastronomía, la historia del país, nuestras creencias, la cultura popular, las artes. Para cada uno de estos elementos, hay posibilidades de desarrollo y de aprovechamiento turístico de calidad.

A modo ilustrativo, un grupo destacados especialistas nacionales nos acompañarán en el panel y van a darnos insumos alrededor de algunas de nuestros recursos culturales y sus potencialidades. Posteriormente, complementaremos esta tarde con el especialista Jordi Treserras y el tema productos turístico-culturales. Veremos:

-Que tenemos grandes posibilidades inmediatas gracias, una vez más, a la inversión social del país: en equipamientos, en profesionales del arte, en educación, en investigación. Tenemos como enorme ventaja la profesionalización del sector cultural producto de la inversión en educación y creatividad que ha hecho el país desde los años 50s. Tenemos la capital culturalmente más activa del istmo, artistas de exportación en música, danza, artes visuales.
-También que debemos fortalecer las iniciativas que atienden importantes deudas ante las que toca hacer como con el Parque de Santa Rosa: recuperar y potenciar el patrimonio. Debemos:
-potenciar y visibilizar las identidades regionales y propiciar la descentralización,
-valorizar y recuperar el patrimonio urbano y el espacio público, superar la visión desarrollista que incentivó sacrificar ese patrimonio.
-promover el diálogo intergeneracional alrededor de las tradiciones, la creatividad, el sentido de corresponsabilidad. -Propiciar, por ejemplo, que nuestras fiestas patronales recuperen la cocina local y la participación comunitaria que les da su color local en lugar de insistir en los mismos juegos, platos adocenados y la invasión de publicidad bajo la que se pierde el objeto y la personalidad local de la actividad.
-Que hay tendencias ya en ese sentido:
-festivales y eventos profesionales tanto públicos como privados o “independiente” cada vez más diversos que programan desde artes escénicas a música cultura y popular, artes circenses, hip hp, diseño, que ya no se centran solo en el Teatro Nacional o San José sino que toman cabeceras municipales, atrios, espacios significativos de diferentes comunidades (por ejemplo, como acaba de suceder con el FNA en Turrialba y Siquirres).
-una oferta de música, danza y teatro nacionales y de calidad disponible en salas y lugares de entretenimiento a lo largo del año
-tenemos el Sistema Nacional de Educación Musical descentralizado en más de 30 escuelas por todo el país que expresan el amor de nuestra gente por el arte –este pueblo hace música y baila como pocos, en centenas de rincones-,
-varios Municipios asumen cada vez más su responsabilidad e iniciativa con las festividades locales y la vida cultural.
-Se recuperan y generan espacios de convivencia en las ciudades y localidades por parte de grupos profesionales y organizados
-Se han fortalecido programas de nuestras instituciones que se ocupan del patrimonio inmaterial a través de proyectos como las ferias agrícolas del ICT o los talleres de portadores tradicionales en escuelas de nuestra Dirección de Cultura movilizan a las comunidades, la Comisión Nacional de Salvaguarda y Promoción del Patrimonio Intangible.
-Este año hemos partido con un proyecto compartido entre ICT, MCJ e INA alrededor de la gastronomía para corregir cosas tan básicas como que nuestros hoteles deben tener una oferta gastronómica propia y rica, que honre la buena mano y los productos de esta tierra generosa.

1.8. LOGRAR LO PROPUESTO ES UN PROYECTO COMPARTIDO: LO QUE NOS Enseñó EL TURISMO. LO QUE CULTURA NOS Enseñará CON EL TURISMO CULTURAL.
Todo lo anterior sucede gracias a la creatividad de instituciones pero también de emprendedores y de ciudadanos interesados, de profesionales y comunidades comprometidas. Esa es la maravilla. Es un proyecto en el que cabemos todos y que nos necesita a todos.

Tenemos al frente un reto de trabajo fascinante que debemos tomar conjuntamente para desarrollar una oferta de calidad tan valiosa como la que supimos posicionar con la naturaleza.

Si para movernos con éxito en el sigloXX pasamos de explotaciones depredadoras a tener cada vez más sensibilidad ambiental, vamos a hacer todo el trabajo de conciencia y cambio alrededor de la cultura.

Uno de los grandes aportes del turismo es que contribuyó a socializar la preocupación por nuestra biodiversidad tras una larga tradición centralista y una lógica productiva poco sostenible y que nos hizo voltear y abrir la mirada a todo el territorio nacional.

Hoy, desde cultura, reciprocaremos la trayectoria de aprendizaje agregando la conciencia sobre la riqueza de nuestra diversidad cultural y los rasgos particulares en nuestras localidades.

Deberemos completar el imaginario que hemos promovido sobre nuestro país y su paisaje natural con el paisaje cultural, humano. Con la visión del territorio habitado por personas, identidades, valores y cultura que nos dan sentido como sociedad.

Apostaremos por productos únicos, con identidad, llenos de la fuerza creativa de sectores profesionales, comunidades, portadores. Ese es nuestro bosque fértil cuyos frutos deben sumarse a la cadena productiva del turismo e inyectarle nuevos contenidos.

Los invitamos con enorme entusiasmo a recorrer esta aventura juntos, a superar los estereotipos que son una batalla perdida y sin futuro frente a la competencia existente y que apostemos a un reencuentro profundo y gozoso con nuestra riqueza cultural para compartirla en todo su valor.