Noticias

20 de Octubre de 2012

¡Larga vida al Teatro Nacional de Costa Rica!

Corrían los últimos días del año 1888, cuando varios temblores de tierra en Costa Rica provocaron el desplome del Teatro Municipal y el ascenso de una idea durante muchos años acuñada por la sociedad costarricense: la construcción de un Teatro Nacional.

En 1890 esa idea se convirtió en un decreto que permitió financiar la construcción del inmueble, el cual, tras seis años de obras, abrió sus puertas al público el 21 de octubre de 1897.

Sesenta y ocho años más tarde, el entonces presidente de la República, Francisco J. Orlich, firmó el decreto que declaró el Teatro Nacional de Costa Rica como Monumento Histórico Nacional y determinó que la recaudación del impuesto a los espectáculos públicos se destinaría a obras de mantenimiento y mejoras del Teatro Nacional.

Fue en 1971 que se creó la gran institución que hoy abriga al Teatro Nacional de Costa Rica: el Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, cuya ley de creación estableció: “La Dirección General de Bibliotecas y el Teatro Nacional estarán adscritos al Ministerio que por ley se crea”.

Sin embargo, no fue sino hasta el año 2002 que se publicó la ley que actualmente rige el funcionamiento del Teatro Nacional, la cual establece: “El Teatro Nacional tendrá como finalidad promover la producción de las artes escénicas en todas sus manifestaciones, en el más alto nivel artístico.”

Hoy agradecemos a nuestros antecesores por haber tenido la visión de construir nuestro querido Teatro Nacional y por haber generado a lo largo de décadas los mecanismos que respaldan su gestión como entidad pública.

Celebramos que ciento quince años después de su apertura, como buenos herederos del Teatro Nacional, estamos comprometidos con su fortalecimiento institucional, para que el brillo de su arquitectura, de su historia y de su actividad cultural ilumine el futuro de las nuevas generaciones.

¡Larga vida al Teatro Nacional de Costa Rica! Ese es el deseo que nos impulsa.