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8 de Mayo de 2014

Manuel Obregón: ‘Este ministerio logró cambiar la idea de que la cultura es un gasto’

Manuel Obregón López sale del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) convencido de que la visión de la cultura en Costa Rica varió en los últimos cuatro años. Según el músico, ahora la cultura es vista como inversión .

Sin embargo, Obregón también recibió críticas constantes, hubo bajas sensibles y polémicas en instituciones del MCJ y un plan de gastos menor que el prometido al inicio (4% del Presupuesto Nacional).

¿Cuáles fueron los principales tres logros de su gestión?

El logro principal fue haber podido articular un equipo de trabajo que procedía, en su mayoría, del sector artístico. Si bien al principio no se apuesta mucho por los artistas como gestores culturales, ese fue un logro importante, que tiene relación con otros resultados. En segundo lugar, los pasos que se dieron vinculados a la Política Nacional de Derechos Culturales y a la Ley General de Derechos Culturales vienen a ser el resumen de los objetivos con los que empezamos. En la ley (aún no aprobada) están todos los temas de democracia cultural, identidad nacional, de juventud y también de cooperación internacional, que son del Plan Nacional de Cultura. Por primera vez Costa Rica cuenta con una herramienta de la cultura como se entiende desde las comunidades hacia el Estado. En cuatro años, se ha cambiado totalmente la visión de que la cultura es un gasto. Se percibe mucho más como una inversión gracias a los primeros resultados de la cuenta satélite de cultura .

¿Cuáles fueron tres temas que quedaron pendientes?

Me hubiera gustado que aumentara paulatinamente el presupuesto para cultura hasta el 4% que hablamos al principio. Me di cuenta de que una cosa es hablar del presupuesto de cultura y otra del de juventud, que también está incluido en este ministerio. El presupuesto vinculado a juventud es algo en lo que hay que avanzar muchísimo; es un sector de la población que necesita mucho apoyo.

”(También quedan) la construcción de infraestructura. Si bien avanzamos bastante con los centros cívicos, la presencia en las comunidades es algo en lo que hay que avanzar mucho más. En general, la conciencia de la defensa del patrimonio es algo que tenemos que posicionar mejor.

¿Qué impidió alcanzar el 4%?

Que el proceso de elaboración de la cuenta satélite nos llevó prácticamente cuatro años y, entonces, hasta el final logramos que Cultura se incluyera en el Consejo de Competitividad del Gobierno. Por primera vez, la sociedad empieza a entender la cultura como algo que podría ser motor de desarrollo.

¿Qué queda pendiente en infraestructura?

Estos siete centros cívicos cuentan con infraestructura para artes escénicas. Cada uno de ellos tiene teatros. Logramos la adquisición de un centro cultural itinerante que va a empezar a funcionar a partir de junio, pero hacen falta teatros, más escuelas del Sinem (Sistema Nacional de Escuelas de Música). Tenemos una deuda de casi 200 solicitudes de escuelas. Si bien avanzamos bastante en esta Administración, las solicitudes que tenemos son enormes. Es importantísimo llegar a una equidad, porque la infraestructura sigue estando concentrada en el Valle Central.

¿Qué le impidió impulsar más temas de juventud?

Cuando llegamos aquí, encontramos una institución de juventud muy anquilosada y muy politizada. Realmente, el Consejo de la Persona Joven se utilizaba mucho, por diferentes partidos, para campañas políticas, y la verdad es que los jóvenes no se identificaban con esa estructura. Si bien está presente en todos los cantones, no se estaba haciendo un trabajo articulado ni dentro del MCJ ni con el resto de la sociedad.

¿Cuánto afectó la salida de jerarcas el trabajo de las instituciones? (Karina Bolaños, Patricia Fumero y Florencia Urbina protagonizaron polémicas salidas de sus cargos).

Claro que afectaron tanto las salidas como las entradas. En esas instituciones que vemos, como el caso del Museo de Arte Costarricense ( Urbina ), Museo Nacional ( Fumero ) y el Viceministerio de Juventud (Bolaños) son instituciones en las cuales la adaptación de las personas que entren tienen que darse con mucho cuidado. En donde se dieron enfrentamientos muy fuertes, se paralizan completamente las funciones, cosa que no es buena para ninguna gestión.

¿Se dieron errores de comunicación de su parte en esas situaciones?

Pienso que sí. La comunicación se da en muchos sentidos. Hay problemas de comunicación cuando no hay un acuerdo dentro de las instituciones. Más que errores, puede ser el momento en que se da esa comunicación. Todas esas actividades no tienen nada que ver con una mala gestión pública, sino con el ámbito personal, como en el caso de Karina Bolaños.

Se hizo una inversión importante en viajes al exterior y en aliar a Costa Rica con organismos internacionales. Sin embargo, aún no se ha traducido en políticas públicas concretas. ¿Por qué?

Claro que sí. Pienso que todo lo que se ha trabajado en cooperación internacional y la proyección del MCJ a nivel internacional ha sido sumamente importante. Por lo que hemos percibido en diferentes organismos, ha sido el proceso más activo de un Ministerio de Cultura de Costa Rica desde que se creó. A veces es difícil de percibirlo, pero en todas las instituciones hemos recibido insumos enormes de los diferentes viajes.

¿En qué ha beneficiado al país la presidencia del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc)?

Muchísimo. Hicimos los planteamientos a presidentes de la región en lo que es acompañamiento de libro físico y digital, promoción de la lectura. Se redactaron insumos para todo lo que va a hacerse en los próximos 20 años.

A finales del 2013, se realizaron dos eventos contrastantes. Uno fue la Feria Internacional del Libro, en la cual la inversión del MCJ fue mucho menor que la que tuvo en el Festival Internacional de Cine, con resultados muy dispares. ¿Hay necesidad de reforzar la gestión de estas actividades o personal más capacitado? Creo que, más bien, lo que marcó allí fueron las alianzas. En la FIL pudimos aportar recursos para que la entrada fuera gratis. Ese fue el detonante mayor, porque la gente tiene pocos recursos para pagar una entrada y comprar algún libro, y además, la inclusión de otras disciplinas artísticas. Creemos mucho en esta relación interdisciplinaria a nivel de las bellas artes para incentivar otras que están, tal vez, más débiles. En el caso del Festival de Cine, si bien no tuvo tanta asistencia como la FIL, tenemos que tener en cuenta que hubo crecimiento mucho mayor con respecto a festivales anteriores.

Una crítica recurrente fue: este ministro es artista, y, en el Ministerio “se olvidó de los artistas”. ¿Cómo responde a ello?

No considero que sea indispensable, si bien hay muchísimo menos tiempo, que por ejercer una función pública uno tenga que dejar su pasión, su vocación. Me he mantenido, en la medida de lo posible, tocando.

El sector artístico, y yo me incluyo, somos sumamente críticos y, en parte, es una de las funciones que tiene. Una de las funciones del sector artístico es la transformación, criticar lo que otros hacen para mejorar la sociedad. Yo acepto la mayoría de las críticas.

”Me hubiera gustado dar un apoyo incondicional a todo el sector artístico, que es sumamente amplio, y ahí es donde digo que hay que establecer prioridades. ¿Cuáles son las prioridades que encontramos? Que había un porcentaje altísimo de la población de Costa Rica que nunca había tenido acceso a la cultura. Evidentemente, hay que sacrificar una cosa por otra. El sector artístico nuestro, por supuesto, es la herramienta para llevar la cultura por diferentes lugares. El trabajo que hemos hecho en premiar la cultura popular, en visibilizar artistas populares y artistas indígenas era lo que teníamos que hacer como prioridad.

¿Por qué el MCJ se tomó un año para pronunciarse sobre el tema del edificio de la Asamblea?

Porque no hubo ninguna consulta, no hubo consulta anterior con patrimonio, tanto en el proceso de selección como en el proceso de construcción. Ni siquiera fueron ellos (la Asamblea Legislativa y el fideicomiso del Banco de Costa Rica), sino la compañía constructora, porque la Municipalidad se los pidió (...). El 12 de febrero de este año fue cuando se solicitó por primera vez el permiso. Les recomendamos tanto al jurado como al fideicomiso del BCR que no era oportuno lanzar un proyecto que no tenía el visto bueno de Patrimonio.

¿Volvería a la función pública?

Sí, es algo que me gustaría plantearlo hacia el futuro, pero también estoy consciente de que se pueden hacer muchas cosas para el servicio y beneficio del país estando en el sector independiente. Ambas cosas son compatibles.

¿Buscará un puesto en organizaciones internacionales?

El tema de la cooperación internacional, que es algo en lo que había trabajado antes, es algo que me gusta mucho. No tengo nada concreto, pero sí es algo en lo que me gustaría trabajar.

Tomado de: www.nacion.com