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20 de Octubre de 2009

Manuel Obregón: 'La música va a volver a pertenecer a los músicos y a la gente'

Manuel Obregón no es ningún novato en esto de la música. Nacido en San José (Costa Rica) en 1961, lleva publicados más de 20 discos a sus espaldas como solista, y la misma cifra entre colaboraciones y realizando labores de productor. Fundador de la Orquesta de la Papaya, que posteriormente derivaría en el sello discográfico Papaya Music de Centroamérica, así como también fundador y director de la Orquesta del Río Infinito, y miembro del grupo Malpaís, Manuel Obregón pasa por ser uno de los músicos más influyentes e importantes, no ya de Costa Rica, sino también de toda Centroamérica.

'Yo soy de un lugar llamado Santa Ana', comienza Manuel, que nos habla de su infancia y sus inicios en el mundo de la música. 'Allí empecé a estudiar piano a los tres años, piano clásico con mi abuela materna, pero no sólo escuchaba eso, sino que también escuchaba música popular, en los bailes que se organizaban. Recuerdo uno, el baile del Sol, y recuerdo estar toda la noche escuchando esa música. Una mezcla de piano clásico con ritmos latinos, pero también era un lugar con muchos sonidos naturales'. Este dato no es meramente anecdótico. La influencia del mestizaje entre lo clásico, lo popular y la naturaleza es fundamental para entender su obra. 'Un elemento fundamental en mi obra musical es ese diálogo constante que mantengo con vivencias de esa época. La infancia y el piano, la mezcla entre la academia y lo popular'. Esta mezcla que tanto le caracteriza, fue la que le llevó a fundar orquestas como la Orquesta de la Papaya, o la Orquesta del Río Infinito. 'Me gusta mucho aprender, pero me gusta estar también muy cerca de la música popular. Empecé a componer obras que estuvieran más cercanas a esa realidad'. Y así acabó llegando al que quizás sea su disco más popular y conocido, Simbiosis.

'Simbiosis es mi disco más emblemático, el único que ha sido reeditado varias veces', confirma Manuel. 'Empezó siendo un experimento, y acabó siendo un éxito de ventas'. Las raíces de este disco se remontan al festival de música Monteverde. 'Es un festival que está en la naturaleza. Siempre había un diálogo entre la música y los pájaros, el bosque... Fue así como decidí grabar este disco, para acercarme más a este diálogo'. Pese a todo ello, Simbiosis no es el disco que más gusta a Manuel. 'Mangolé es un disco que me gusta mucho, y también otro que se llama OM, que es como más meditativo. Pero todos tienen su parte especial. El afán de compartir, de experimentar, de dar la música con diferentes versiones y disciplinas artísticas, esto es lo que realmente me mueve a componer'. Y es que Manuel no sólo realiza obras para sus propios discos, sino que también ha compuesto música para películas o para compañías de danza. Varios de ellos se han convertido en coreografías posteriores, y en el plano cinematográfico, fue galardonado con el premio a la mejor banda sonora original en el festival de cine de Cremona por su labor en el film Password.

La música folclórica de Centroamérica, que tanto apasiona y defiende, le ha llevado a uno de sus proyectos más importantes e innovadores, la Orquesta del Río Infinito. Montados en un barco, él junto con el resto de músicos que ha reunido para su orquesta, navegan por los diferentes ríos de Centro y Sudamérica, llevando las diferentes tradiciones musicales a diferentes pueblos, donde organizan conciertos y talleres en busca de un reencuentro con su música y sus aguas. 'Río Infinito nace de una curiosidad', confiesa Manuel. 'Queríamos investigar las raíces de nuestra música folclórica, primero a nivel nacional en Costa Rica, y posteriormente a nivel del continente'. De este modo, tras un largo proceso, se llegó a la formación de Río Infinito. 'Empezamos a hacer audiciones en la zona de las misiones jesuitas, que está en la frontera entre Paraguay y Brasil, con el objetivo de hacer otra orquesta que se llamó en su momento La Orquesta de las Misiones. Habíamos trabajado también en todo lo que era la cuenca del Golfo de México y el río Missisipi, en procesos anteriores, relacionando el calipso con todo lo que era el blues y el jazz. Este proceso nos llevó hace 6 años a juntar todas esas partes que habíamos investigado y a formar una orquesta que se llamó Orquesta del Río Infinito'. Los objetivos principales de este proyecto son dos: Repescar la tradición y darla a conocer. Esta labor de difusión se apoya en el descubrimiento de talentos allá por donde navegan, que luego intentan impulsar a través de Papaya Music. 'Hemos hecho audiciones a más de 1500 músicos en todos estos años. Siempre tratamos de incluir a la mayor cantidad posible, pero por desgracia muchas veces es imposible'. 'Río Infinito es una orquesta que viaja por los ríos, visibilizando la problemática local, de esos pueblos y culturas que viven en la cuenca amazónica, y documentando la música local'. Tras la gira que realizaron en 2008 por Costa Rica y Nicaragua, el próximo noviembre tienen previsto realizar otra a través del río Paraná, llegando a ciudades como Posadas, Corrientes o Santa Fe.

Además de todo lo anterior, Manuel forma parte de uno de los grupos musicales más importantes de Costa Rica, Malpaís, que recientemente ha dado una serie de conciertos en España. Se fundó en 1999 y tiene ya tres discos editados, todos ellos Disco de Oro en Costa Rica. 'Malpaís es un fenómeno bien interesante en Costa Rica', nos dice Manuel. 'Se trata del primer grupo que tiene un apoyo popular grande en Costa Rica, y además de todos los sectores de la sociedad. Niños, jóvenes, adultos, clase alta, clase media, zonas rurales. El grupo ha pasado de ser un fenómeno musical a ser un fenómeno social, donde las canciones se han convertido en himnos. Sin embargo, se trata de un fenómeno muy local, no ha tenido repercusión en otros países'. Ante esta situación aprovechamos para preguntarle qué cree que tiene que ocurrir para que en España haya una buena acogida de los músicos latinoamericanos de autor. Manuel defiende el importante papel de los Festivales y las Ferias de Música alternativa para dar a conocer nuevas e interesantes vertientes musicales desconocidas por el hermetismo de unos medios de comunicación que poseen un punto de vista demasiado cerrado en cuanto a 'lo que vende' y 'lo que no vende'. Pese a todo, ve de manera positiva su reciente paso por España de cara a una expansión internacional. 'Hemos tenido buena crítica. Es la tercera vez que venimos a España, y ya tenemos una gira más grande asegurada en marzo, así que tengo esperanza en que este fenómeno tenga mayor repercusión, y España sería un lugar ideal para ello'.

Fuera del plano meramente artístico, en el sentido de composición y actuación, Manuel Obregón también es vicepresidente y miembro fundador de la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes musicales, que intenta que se reconozcan los derechos que los músicos tienen sobre sus obras. 'Los derechos de la propiedad intelectual que tienen los artistas se desconocen muchísimo. Y no sólo ya entre la población en general, sino también entre los propios músicos. Las compañías, incluso, se han encargado de ocultarlo. Nuestro objetivo fundamental es dar a conocer esto', señala Manuel, que se queja de que otros se beneficien de las obras de los artistas. 'Este derecho viene de la carta de derechos básicos que se tiene por crear una obra, no sólo para el artista, sino también para su descendencia. La música no existe en el espacio o en el tiempo, existe cuando se reproduce, cuando se utiliza. El valor que tiene la creación de esa música es nuestro objetivo fundamental'.

'La música va a volver a pertenecer a los músicos y a la gente', frase que ilustra su punto de vista acerca del papel que las Redes Sociales e Internet están jugando en el panorama musical. Manuel Obregon se declara defensor de las nuevas formas de expansión musical. 'Antes la música era gratuita y pertenecía a la gente. A principios del siglo XX comenzó a explotarse de otra manera y ese negocio no quedó en manos de los músicos sino de sus intermediarios. Creo que en este momento la música puede volver a los músicos y a la gente. Si bien es cierto que han bajado las ventas, ha aumentado mucho la posibilidad de que los intérpretes sean conocidos y populares a través de estas redes y que tengan mayor cantidad de conciertos sin depender de los antiguos mecanismos de publicidad. Indudablemente, existe otro escenario marcado por la población, los jóvenes, etc', explica.

Ya a modo de conclusión, Manuel nos habla de sus próximos proyectos, y también lanza algunos consejos a los artistas que quieren abrirse paso en el mundo de la música. 'En este momento tengo en proyecto la grabación de dos discos. El primero es una especie de continuación de Simbiosis, pero con sonidos submarinos, especialmente el canto de las ballenas, delfines y mucha comunicación sonora con el agua. El segundo es un disco donde mezclo el calipso y el gospel tradicional de toda la costa centroamericana, uniéndolo también con formas musicales de Nueva Orleans. Además, con Río Infinito tenemos pendientes varias rutas, como la del Amazonas'. Y en cuanto a los artistas, 'decirles que el éxito real, independientemente del comercial o popular, se da cuando uno realmente está contento con lo que hace. Y otra cosa que me gusta decir a los músicos es que se arriesguen, que no tengan miedo. Hay que ser consecuente con lo que se cuenta y llevarlo hasta donde se pueda. Porque hay que tener también en cuenta que la música es una carrera de resistencia, no de velocidad. Todavía es una profesión que está muy marginada en la sociedad'.

Tomado de http://www.entredosorillas.org/contenidos/contenido.aspx?IdContenido=1824